Un tal Blázquez(*)
Una de las franquicias del Vaticano en el orbe ha elegido a un abulense, emigrante en Bilbao, para gobernar el Timón de la Fe en los Reinos de las Autonomías, manejado hasta la fecha, en medio de la tormenta, por una suerte de guardián de la moral ajena -y aun no católica- llamado Rouco Varela; hombre, este Rouco, que ha despertado pocas simpatías entre las huestes de la libertad individual, empeñado, como estaba, en hacer cumplir los designios supuestamente divinos a todo ser humano con mucha o poca hacienda en las Españas, obviando credos y pareceres.
(*)Un tal Blázquez -como dijo Arzallus cuando el eclesiástico abulense recaló en Bilbao-, es el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal.
3 comentarios
Una mirada alrededor -
¿Qué quieres que te diga, Juan...? Personalmente, la normativa católica me es indiferente mientras no se pretenda -y se pretende- que toda la ciudadanía deba acatar la moral impuesta por los obispos. Digamos -para que me entiendas- que no estoy dispuesto a que me lleven, por decreto-ley de la Conferencia Episcopal, para San Antón, a la puerta de una iglesia (como he visto que hacen con otros gatos conocidos), para que me bendigan con la cantinela de ser "una criaturita de Dios".
A ambos, gracias por vuestras aportaciones y un saludo.
Juan -
Sands -
Salu2.