Le thé au harem dArchimède
"A Teapot Childbirth": Roman Vrbovsky and Petra Stefankova
Cuando EEUU, a raíz de los atentados del 11 de Septiembre, arengó a Occidente para unirse a su vendetta a lo israelí, se estaba fraguando un engaño consentido -y hasta aplaudido- cuyas consecuencias sólo podrán ser analizadas en la próxima centuria -si acaso las armas nucleares o la represión del pensamiento no terminan por anular cualquier intento de Revolución Por la Paz-.
El merchandising estadounidense, bautizado como Eje del Bien, auspició y orientó el desarrollo de un fantasma de conveniencia -Ben Laden- y su cohorte de kamikazes con turbante y pseudomisticismo coránico, alentándoles a traficar con los despojos de Mahoma por territorio afgano y mirando hacia otro lado mientras se sucedían cotidianas aberraciones contra los derechos humanos más elementales. Hasta que la conveniencia y la excusa de los atentados de las Torres Gemelas variaron el vientecillo de la estrategia imperial y George W. Bush -cabeza visible aunque escasamente pensante de los nuevos cruzados- consideró que el experimento taliban, que tantos dólares había costado, ya no era válido y Ben Laden, el viejo amigo y colega de negocios, se transformaba en enemigo de la Humanidad, vía apariciones en Al-Jazeera, desde las cuevas bombardeadas de Bora-Bora.
Un desfile de burkas, lapidaciones y ahorcamientos fueron el señuelo utilizado para domar los escrúpulos de Occidente y hacer indulgentes los bombardeos contra una población consumida por ideologías y guerras, a quienes se sustrajo hasta la denominación de víctimas. Sólo eran daños colaterales.
Un desfile de burkas, lapidaciones y ahorcamientos que prosigue, escamoteado a los sensibles ojos occidentales, mientras Karzai, cónsul del Imperio, se reúne con los Señores de la Guerra en estancias cuyo lujo es una cruel mofa del sufrimiento del pueblo afgano.
( y allí, en ese escenario que parece recreado por los especialistas hollywoodenses de efectos especiales, diecisiete soldados españoles han perdido su futuro -en atentado o accidente, qué importa-, obligando al gobierno español a improvisar extraños y luctuosos discursos haciendo malabarismos y juegos de palabras. Le théorème dArchimède o Le thé au harem dArchimède. A elegir.)
4 comentarios
Una mirada... -
Mi opinión sobre las supuestas labores humanitarias de los ejércitos (en el caso concreto de Afganistán) me parece que ya está respondida en el post.
Gracias por tu comentario y un saludo.
Felipe, Trini, siempre ponéis el comentario certero.
Gracias a ambos. Un abrazo.
Trini -
Un abrazo
felipe -
Ángel -
¿El título del post anterior está basado en la Summa Teológica?
¿Estás de acuerdo en que los ejércitos hagan labores humanitarias?