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Una mirada alrededor

El gato en la atalaya

El sacro ectoplasma de maese Bush

El sacro ectoplasma de maese Bush

....et in Arcadia, ego...



...o hagiografía del hombre que regurgitaba trozos de galleta al compás de los espasmos corporales de un torturado en nombre de la Supremacía del Imperio, mientras se escuchaban cánticos métodistas de alabanza al Hacedor del Universo Bushiano.

La pedagogía del bipartito

La pedagogía del bipartito

Cuando yo era un gato jovenzuelo y atolondrado tuve el privilegio de cortejar a una gatita atigrada que rondaba por los alrededores de la Escuela de Magisterio donde estudiaba la actual Consejera de Educación del Gobierno de Aragón, Eva Almunia.

Conforme me fui convirtiendo en adulto, aquella gatita de mis escarceos juveniles pasó a ser un recuerdo del pasado; no así la estudiante de Esplús, acumuladora de cargos políticos: Ahora una modesta concejalía, después un cargo importante en la Diputación de Huesca; más tarde el Gran Salto al Gobierno de Aragón y un puesto de relevancia en la cúpula del partido… ya convertida en doña Eva Almunia, entendida por decreto en Asuntos Educacionales y defensora de avanzadas tecnologías interdisciplinares en forma de PC tables.


Doña Eva Almunia
, mano derecha de don Marcelino Iglesias que, a su vez, es una de las cabezas gobernadoras del bipartito PSOE-PAR, tiene una disponibilidad manifiesta a la hora de alegrar a los socios regionalistas en materia de subvenciones a la educación privada.

La Consejería carece de presupuesto para hacer frente a la deuda que el Ayuntamiento de Estopiñán del Castillo ha acumulado para reabrir su escuela rural, en cambio, la futura Universidad privada San Jorge cuenta con los parabienes de doña Eva, don Marcelino y don José-Ángel Biel (PARtenaire de todos los gobiernos que en Aragón han sido), a los que se ha sumado, con vivas y olés, el PP.

De inspiraciones, arte y curas

De inspiraciones, arte y curas

Foto ganadora del Concurso de Carteles de Carnaval (Huesca).



En algún lugar leí -¿o me lo contaron?- que un día que a Picasso se le había ido la Inspiración de vacaciones, se presentó una hija del pintor en su estudio e, inadvertidamente, manchó la suela de sus zapatitos con pintura cuyo rastro fue dejando sobre una tela blanca que su padre había depositado en el suelo. El artista, reivindicando con su firma aquel azar, enmarcó el fruto del recorrido infantil y, al parecer, vendió la obra a algún coleccionista de rúbricas -que no de Arte-.

El diseñador del cartel del Carnaval de la capital oscense no ha necesitado llamarse Picasso para vender una obra plástica donde la calidad debe estar escondida entre los pixeles de los retoques. Han sido suficientes las lamentaciones del Obispado y un par de docenas de cartas de protesta de cristianos viejos para darse a conocer en el concurrido mundo del Arte.

¿Habrá algún acto de desagravio en la Catedral de Huesca y alguna Pastoral de Monseñor Rouco Varela asegurando que el ya famoso cartel confirma la persecución laica contra el Catolicismo?