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Una mirada alrededor

Si las piedras hablaran

thefaceandthebutterfly

"The Face and the Butterfly": Stefano Menicagli


En la diócesis de Jaca, en cuyas iglesias reina y gobierna Su Ilustrísima don Jesús Sanz, autor de memorables pastorales a la feligresía, se ha prohibido la actuación en recinto sagrado del grupo de música antigua Axivil Aljamía, con la voz del cantaor Pedro Sanz, en el concierto intitulado Mudéjar, perfume de las tres culturas, programado dentro de los actos del XVI Festival Camino de Santiago. Según fuentes eclesiásticas, "no parecía correcto que el flamenco tuviera cabida en un templo". De nada ha servido que una representante del grupo haya argumentado que no se trata de fandangos sino de canciones con ritmos andalusíes que los nobles y reyes cristianos encargaban a músicos moriscos; para el delegado diocesano el programa no se ajusta “a las normas establecidas por la Iglesia".


"En esta misma Catedral donde yo fui bautizado y de la que me encuentro a medio mundo de distancia, pero muy cerca en el corazón, siendo yo Infante de la misma, recuerdo una misa vespertina allá por los años 45 ó 46, para glorificar a los que ganaron la guerra, en la que se usaron cañones y ametralladoras para decorar el altar mayor. Ahora, eso sí, estaban bendecidos. ¡Cuántas hipocresías!"
-Paco Belsué-

6 comentarios

Una mirada... -

No tienes que disculparte, Avería; determinados despropósitos llevados a cabo por algunos miembros fundamentalistas de la ICAR, no sólo potencian el ateísmo radical sino que desagradan incluso a personas que, desde convicciones cristianas, observan esa permanente Oda a la Involución de la jerarquía.
Saludos y… ¡a disfrutar de esas estupendas vacaciones que has planeado!



Las razones de los censores para prohibir servirían para recrear un tratado de psicopatologías y disfunciones. A saber qué elucubraciones hacía aquel a quien la mirada de Llach tanto le perturbaba.
Un saludo, Reikauduo.



Me temo, Trini, que la penitencia la llevarían los feligreses; incluso de cura raso terminaría prohibiendo cualquier festejo que llevara aparejado jolgorio.

Anterior a este jerarca hubo un obispo de grato recuerdo que supo estar con unos y otros, siempre desde la humildad y el servicio, que jamás se dio a entender y, cuando lo hizo, fue para ubicarse junto a quienes más necesitaban su solidaridad..
El abismo entre el obispo ya fallecido y este otro de ideología preconciliar es tal que hasta las comunidades cristianas de base se han rebelado.
Un abrazo.



Parece ser, C.O.V., que obispos como don Jesús son la nueva camada eclesiástica que tanto gozo produce a la actual Conferencia Episcopal, tan próximos a aquellas Ilustrísimas y Monseñores que levantaban marcialmente el brazo…
Un afectuoso saludo.

c.o.v. -

(deboción, del verbo debotar. No confundir con devoción, que es lo que yo quería decir...)

Saludos otra vez!

c.o.v. -

...eeeuuuhhhhmmmmm...

Don Jesús Sanz (judéico nombre, judéico apellido), no quiere mezclar la deboción con el flamenco.

Se ve que no ha estado nunca en el Rocío, ni ha oído nunca una misa rociera.

Interesante, habría que presentarle al párroco de la Hermita del Rocío, a ver sobre qué hablaban.

PD: Don Jesús Sanz seguro que hacía buenas migas con el señor Arzobispo de Granada, a ese tampoco le gustan según qué cosas en un templo...




PD2: me permites linkar la entrada? Assias.

Saludos!

Trini -

Pues sí, una hipocresía como una catedral...
A este señor lo mandaba yo, como castigo, durante todo un año a la aldea del Rocío como cura raso:):):):)

Un abrazo

reikiaduo -

Pues eso no es "na"...

Estudiaba mi menda allá en los madriles cuando se prohibió por parte de la "autoridá" un concierto de Lluis Llach.

¿La razón?... pues que "provocaba con la mirada"; anda, chúpate esa

Avería -

Pues no puedo estar más de acuerdo con Paco Belsué, resulta que unas canciones no son apropiadas y otras cosas terribles como el ruido de un cañón o cualquier otra sí...
Disculpa mi ateísmo y mi poca creencia en la iglesia, pero son lo peor, no solo por la prohibición de unas canciones, también por otras muchas.