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Una mirada alrededor

Quand le poisson devient un poison

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"Barques de paper": Sebastian Márquez


Al pueblo saharaui, abandonado por España a los designios del gobierno alaouita tras aquella mascarada de tebeo denominada «Marcha Verde», decía llevarlo en el corazón el actual gobierno del PSOE cuando, alejados de los bancos azules del Parlamento, sus dirigentes recibían a Mohamed Abdelaziz con honores protocolarios reservados a los dignatarios de países extranjeros.

Instalados en la Moncloa, aquellos viejos amigos del pueblo saharaui, han demostrado, merced a los esfuerzos de la ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación por obtener el máximo de licencias pesqueras para esquilmar los caladeros saharianos, que no era exactamente en el corazón, sino en la cartera donde aquellos opositores -hoy gobernantes- ubicaban las esperanzas de una ciudadanía en permanente lucha por recuperar su territorio. Y no precisamente para vindicar los derechos usurpados por Marruecos sino para enterrar definitivamente bajo una duna cualquier atisbo de solidaridad.


En el Sahara Occidental, opima fuente de recursos naturales en su subsuelo y sus atlánticas aguas jurisdiccionales -burla, burlando, aguas saharahuis de cuyo usufructo se beneficia Marruecos- la mar salada ha lamido la resolución 46/64, aprobada por la Asamblea General de la ONU el 11 de diciembre de 1991 que establece “el derecho de los pueblos coloniales y no autónomos a la libre determinación y a la independencia y al disfrute de los recursos naturales de sus territorios, así como a disponer de esos recursos como más les convenga", advirtiendo que "la potencia administradora u ocupante que prive a los pueblos coloniales del ejercicio de sus legítimos derechos sobre sus recursos naturales o que subordine los derechos e intereses de esos pueblos a los intereses económicos y financieros extranjeros transgrede las solemnes obligaciones que ha contraído en virtud de la Carta de las Naciones Unidas".


Pescado envenenado, Sra. Ministra.

7 comentarios

tio Antonio -

Siempre he sentido pena por el pueblo saharaui. Pero el gobierno, pasa de ellos.
Y otra cosa ¿Cuántas humillaciones les hemos tenido que aguantar al gobierno de Marruecos, y a su rey? Así nos va.

Nada nuevo Spain,is diferent. Y tanto.

almena -

Así es el poder.
Sí.

Abrazo fuerte, Gratal

Profesor Portillo -

Hay que reconocer, con dolor, que nuestra mejora económica como país ha sido proporcional a nuestra venta al Capital, al Sistema, al Neoliberalismo o como queramos llamarle.

Con Sal en los Labios -

Trini no todos los políticos son tan malos, pero claro de cada 1000 1 es bueno... :-) Un abrazo amiga...

Si pudiésemos gobernar un gobierno (paradójico no) como gobiernan los ojos llenos de lágrimas de un hijo, a un padre o una madre, todo sería tan sencillo...

Un abrazo,

Trini -

La bondad delos politicos que en el fondo solo encubren los interese económicos mientras el pueblo al principio los cree y luego se abonan al desencanto de la falsedad.

Besos

Anónimo -

Dice el Corán que Dios está con los pacientes. No perdamos nunca la esperanza.

monocamy -

Con independencia del gobierno que gobierne, con independencia de la redundancia, nunca me he sentido orgulloso de ser español.

Así que sigue quitándome motivos, sigue...

En represalia, te mando un saludo cordial, llevado por el espíritu de la semana santa esa.

:)