Donde el invierno muestra, también, un rostro de ensueño
Antonio, cronista virtual de prosa contundentemente trabajada, resume -con esa habilidad lingüística de quienes utilizan los vocablos en su justa medida-, las consecuencias negativas de la nieve en la realidad cotidiana de la ciudadanía.
Aun siendo consciente de la racionalidad de tan certeros comentarios, prefiero solazarme con la panorámica que se me ofrece desde esta atalaya de ensoñaciones al calor del brasero: Un grupo de criaturas, con abrigos multicolores, se lanzan bolas de nieve que se deshacen, en diminutas motas de polvo, antes de alcanzar su objetivo.
El Sol, inexorablemente, impondrá su poder sobre los níveos rincones helados del asfalto y los tejados, mas yo desearía, si acaso los sueños fueran siempre realizables, atesorar el paisaje que ahora observo en una de esas bolas de cristal con perpetuos y atemporales copos de nieve.
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