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Una mirada alrededor

En los recovecos de mi memoria

En los recovecos de mi memoria

Años ha, en los campos que se vislumbran desde mi atalaya, una jauría de perros cimarrones se ensañó y acabó con la vida de siete gatos tejaderos que, en sus ratos de asueto, dormitaban bajo la ventana de la casa de mis amigas humanas. Junto al campo de la matanza, transcurría un camino de tierra muy transitado por paseantes y deportistas que, por miedo o indiferencia, apenas miraron de reojo la calculada acometida de los canes.
Días después, una brigada de la perrera municipal, inspeccionó la zona y capturó a uno de los canes que participó en la matanza. Yo conocía a aquel animal; se trataba de una perra podenca que, un par de años antes, era la niña mimada de un cazador del Barrio, hasta que el hombre, cambió la afición a la caza por el zapping televisivo y puso a su antigua compañera de husmeo al otro lado de la puerta de entrada a su piso. Semanas estuvo la perra gimiendo junto a la casa del ex-cazador, hasta que el hambre la obligó a adentrarse en los campos y unirse a otros perros que, como ella, fueron ignorados por los humanos que, antaño, les pasaban la mano por el lomo.

El relato de lo ocurrido a los gatos en los campos próximos al Barrio circuló durante meses por las calles y plazoletas. "Pobres gatos", comentaban algunas vecinas. Pero cuando el resto de los gatos del tejado empezó a morir con claros síntomas de envenenemiento, gracias a la acción de aquellas mismas vecinas y vecinos que tanto penaron por los "pobres" felinos asesinados por los perros, la niebla del silencio se instaló en la zona.

El pasado ha acudido a mi memoria cuando, desde mi cojín, he visto a representantes de los gobiernos recordar Auschwich. Y yo que, aun siendo gato, tengo mucha querencia por el homo sapiens, he recordado Palestina, Guantánamo, Sudán, Irak y aquellos perros cimarrones de cuyas crueles andanzas todavía hablan los seres humanos de mi Barrio.

5 comentarios

ANTONIO -

Que se maltrate a los animales me pone enfermo. El que no quiere a los animales es una mala persona. Tuve en casa un gato siamés durante 21 años y aprendí a conocer a estos animales que tienen mala fama y que son, sin embargo, muy especiales, independientes e inteligentes.Esta mañana al lado del trabajo he visto de lejos a un hombre a punto de tirar una piedra a un gato y de haber estado cerca le habría reprochado su intención. Por el aspecto de este hombre se veía qué clase de persona era.

Una mirada alrededor -

Para Anónimo:
No sé si definir a Sharon como neonazi...pero, evidentemente, sus acciones calculadas contra el pueblo palestino refleja la catadura moral del presidente del gobierno de un país que utiliza el terrorismo de estado con una asiduidad que asusta. Pero como mister Bush le "cubre las espaldas"...
Gracias por tu aportación.
Saludos.

Una mirada alrededor -

A Fel.mskirt:
No, no niego el holocausto. Ni, por supuesto, tampoco soy neonazi. Y si tienes ese interés tan desmedido por conocer mi opinión sobre el genocidio nazi, vuelve a leer el artículo.
Gracias por tu aportación.
Saludos.

Anónimo -

Jódo.
Para neonazi de cojones ya está Sharon.

Fel.mskirt -

¿No seras de los que niegan el holocausto? He leido lo demas que escribes y no pareces de esa gentuza neonazi pero este artículo es muy extraño y el otro sobre el nombre de Auschwitz en polaco lo mismo.
Respondeme que piensas del holocausto, tengo curiosidad.