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Una mirada alrededor

¿Gucci o Virginia Woolf?

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"Suit2": Simone Colbert


Luis Ventoso

VICTORIA Caroline Adams, ciudadana inglesa, millonaria y afincada en Madrid, acaba de proclamar que en sus 30 años de vida no ha leído un libro. La noticia sorprende, pues no encaja con el vigor intelectual que se le suponía al matrimonio Beckham. Hasta ahora, los filólogos pensaban que la pareja había bautizado a su hijo mayor como Romeo en honor al divino Shakespeare. Pero no; debía ser un homenaje al Alfa Romeo.

La verdad es que no encaja que una pareja que alterna con gente del nivel de Raúl y Guti no frecuente los libros. Además, a Victoria le debemos una de las definiciones más hondas de lo que es España. Emulando al mejor Ortega, nos legó nada más llegar una cita para los anales de la antropología: «España huele a ajo».

Victoria Adams se formó en dos escuelas de arte: la Jason Theatre School y el Laine Arts College. Trabajó en sus aulas un porrón de años, lo cual hace más meritorio que lograse culminar sus estudios con la mente virgen, sin mancillarla con la lectura de un solo libro.

Luego vinieron los viajes con las Spice Girls, con cientos de horas muertas en aeropuertos y hoteles de lujo. Victoria, firme a sus principios, se pintó las uñas de los pies, vio la tele, jugueteó en la cama y leyó un feixe de revistas, pero logró evitar los libros. Ni siquiera los ladrillos de Dan Brown han hecho mella en ella.

Pero con 30 años, ir de analfabeta funcional puede resultar engorroso. Imagínate que estás cenando en La Broche con Ronaldo y Raúl y se ponen a conversar sobre la obra de Graham Greene. Como ese tipo no sale en el Vogue , existe un riesgo serio de que Vicky piense que es el nuevo crack inglés de Florentino, que viene a sacarle el pan al bueno de su marido.

Urge alfabetizar a Victoria. Podríamos empezar leyendo en la sauna algún tebeo de Tintín . Luego, cabría adentrarse en las densas aventuras de Heidi y Clara. Superado ya ese escollo intelectual, tendríamos a Victoria madura para afrontar algún envite mayor, es decir: todo un Harry Potter.

Pero Victoria no necesita libros. Tiene otras cosas: una naricilla respingona, una cara linda y tostada, unas patitas de pollo musculadas en un gimnasio fino y una de las mejores colecciones mundiales de... sandalias Gucci. Además, su marido es el mejor mal futbolista del planeta.

Nos mofamos de Vicky. Pero ella repasa los ceros de su cuenta bancaria y nos devuelve el chiste. Pregúntenle a las niñas inglesas quién quieren ser de mayores: ¿Victoria Adams o Virginia Woolf? Gucci y Prada ganarán por goleada.


Evidentemente, doña Vicky no sentará cátedra de ILETRADA en una sociedad donde la Literatura -que no los libros, ahí se halla la diferencia- parece ser un arte demodé. Las parodias pseudoliterarias que se exhiben junto a la sección de frutas y verduras de los hipermercados poseen la misma consistencia artística que esas fritangas musicales nacidas previa reconversión de la clave de fa al chunta-chunta-ta-chunta-tatachunta.


La Cultura va perdiendo ese misticismo que estremecía sensibilidades y elevaba espiritus -me embelesa la cursilería, obviamente- en rito orgiástico y hasta esa doble lectura -con apología de la anticultura- de la canción de Quico Pí de la Serra que tarareábamos, a la luz temblorosa de cientos de mecheros y con las brasillas débiles de algunos canutos compartidos, mientras la hidra franquista daba los últimos mordiscos.


(...y no olvide desconectar el modo ironía.)

8 comentarios

Una mirada... -

Pues sí, Black, la cultura muta. Mutatis mutandi. Y la carcundia suele ser la misma en todas las épocas -con o sin moral a cuestas-, pero...ayyyyy....ayyyy, ¡¡¡llamarme carca!!!
Qué privado de Filosofía en Zapatillas te has ganado... ¡Ve preparando los emoticones!
Besos...

P.S.- Lo de Ferragamo le convendría saberlo a Ventoso, autor del texto y... del título.

Black -

Se me olbidaba... Ni Gucci ni Virgina Woolf: Salvatore Ferragamo. E]

Black -

Sobre este mimso tema: impagable la columna de Maruja Torres en El País de hoy.

Por cierto, ¿a qué llamarías ahora cultura? Simplemente la de ahora es otra, ésta también muta, como la moral... ¡No seamos tan carcas...!

Una mirada... -

Precisamente por eso, he añadido ese “desconectar modo ironía”. Cada persona tiene sus prioridades y el revestimiento cerebral no da de comer (admítolo). Nadie se escandaliza ante el analfabetismo funcional que, por otra parte, es carta de presentación habitual en muchos ámbitos, pero ya sabéis que los gatos siameses somos terriblemente tiquismiquis…
Gracias, chicas, chicos.
Cordialísimos saludos.

felipe -

Hace un rato viajando, como hacemos, por alguna bitacora, al azar leí una nota similar, sobre la maravillosa Victoria. Estos personajes mediáticos resultan fantásticos. una celbre actriz-atroz dijo: no cometimos ningún delito, solo violamos el código penal.

Sands -

Es la segunda "salida de armario" que he leído desde que el cantante Melendi confesó tb lo mismo. Dentro de poco sólo leerán cuatro piraos y cierto gato, jeje, XDD. Que es broma, amigo siamés.

Trini -

Bueno...Esta chica, señora o lo que sea, nunca me gustó. Independientemente de que confesara que no ha leído un libro jamás. Aunque quizás haya que alabar su sinceridad, mejor es confesar que no se ha leído El Quijote que ir por ahí metiendo la pata hasta el corvejón presumiendo de ser una estudiosa de el, cuándo a los más que se ha llegado es a la primera estrofa. Así que aunque sigue sin gustarme y nunca me gustará la Vicki esta, al menos es sincera.Y es que esa naricilla...
¡Las cosas que hay que ver y oir!

Un fuerte abrazo

Averia -

Pues como bien dice el autor no habrá leído en su vida un libro pero tiene la cuenta a rebosar de millones, que más le dará a ella, en esta situación en la que se encuentra, ser culta e inculta.