Con ese dolor que, tantas veces, me susurra
...se llevó, sin saberlo, el último poema que construyeron mis lágrimas en rabiosa rebeldía
...se llevó el ímpetu de mi risa y aquel suave pétalo de esperanza que guardaba en el último bolsillo de mis vivencias
...se llevó los sueños que tejí a escondidas en el hueco de su ternura
...mas me dejó a mí, que hubiera deseado ser aun su célula más irrelevante para marchar con ella.
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